A partir de la noticia que Jacopo nos ha ofrecido para reflexionar sobre la Ley de violencia de género, que hace unos dias publicó en este mismo blog (https://holistica1.wordpress.com/2010/05/30/condenada-una-mujer-por-violencia-sexista-hacia-su-esposa/), he decidido hacer este artículo. De esta manera reflexionaré sobre la contradicción que encuentro en las palabras que hace Miguel Llorente acerca de el caso concreto del que nos habla este artículo que menciona Jacopo Casartelli, y también sobre las propuestas que el Gobierno esta proponiendo para superar la discriminación de la mujer en nuestra sociedad, y para erradicar la violencia de género.
Bajo mi punto de vista, es una gran equivocación esta ley. Dicen, y lo defienden muchas personas, que la única manera de poder conseguir que la mujer pueda llegar hasta la misma posición que tiene la figura del hombre, confirmando por tanto la evidente desigualdad que existe entre estos, y que afecta negativamente en el papel de la mujer en la sociedad, dicen por tanto que es haciendo “discriminación positiva”. De esta manera, como nos dijeron en una clase, estabilizar la figura del hombre en la posición que está ahora mismo, y que avancemos la de la mujer de tal manera que cuando la mujer esté igualada al hombre, estos puedan avanzar en igualdad.
Voy a ser claro, estos políticos están enfermos. La contradicción es tan evidente, que negarla, es asumir la comida de cabeza que nos están haciendo los políticos, y todos estos falsos defensores de la igualdad. Poa favor como puede llevar esta ley el ministerio de igualdad? ¿De igualdad? Que le llamen Ministerio del auge de la mujer. Para hacer mas evidente la contradicción, voy a basarme en todas las contradicciones que encuentro:
Dice Miguel Llorente en el artículo que nos muestra Jacopo:
“La diferencia esta en el origen” :
Entendemos que por tanto, el problema, se encuentra en el origen. ¿Cual es el origen? Este origen creo que pueden ser por varios motivos, yo nombraré dos:
• El primero, es la reproducción de una cultura machista en la socialización de los nuevos sujetos que integran nuestra sociedad. Es decir, la reproducción de la que nos habla Bordieu. De esta manera en una cultura machista como la nuestra, una cultura que continuamente esta reproduciendo los papeles que deben interpretar los nuevos sujetos de esta sociedad, según su género, según su clase social, etc. Una socialización que constantemente están dando los medios de comunicación, la publicidad, la escuela, y el entorno familiar. Nada se hace por cambiar la transmisión de roles que da la televisión, cuando en las series nos muestran siempre alas mujeres en la cocina, o limpiando, o llevando a los niños a clase, o quedándose en casa mientras su marido trabaja. Lo podemos observar cuando los jefes se aprovechan de sus secretarias, cuando el hombre es el protagonista de las películas de acción. También lo podemos observar en la publicidad de detergentes, de artículos de limpieza, o de cocina, de interiorismo, etc. En la publicidad de juguetes, donde asocian de manera descaradísima los juguetes de cocina, de bebés, de limpieza con las niñas, y los juguetes de violencia con los niños.
Este ejemplo es sumamente importante, debido a que el juego es un elemento de socialización muy fuerte. Ya que el mayor interés de los niños es jugar, y por lo tanto es a lo que le dedican mas tiempo y esfuerzos. Si sus juguetes y las instrucciones de cómo deben ser utilizados (que establecen los mismos que los fabrican). De esta manera le dicen a las niñas que lo mas divertido que pueden hacer, que es jugar, lo deben hacer juagando a ser madres, o a limpiar, a cocinar, a casarse, a esperar a que el príncipe azul les encuentre, donde ellas deben hacer el papel pasivo en su encuentro con este (ellos lucharan por ellas, no viceversa), y que cuando encuentran a su príncipe azul serán felices, y por lo tanto deberán servirle, y no abandonarle, ya que encontrar a su príncipe azul, es su mayor aspiración como mujer, junto a ser madre y ama de casa, ese es su papel en el mundo . Estos juegos les están creando unas expectativas en el amor, donde tendrán una función de espera y mantención de ese príncipe azul, un príncipe azul que además no existe, por lo que se verán obligadas a crear y después idolatrar. ¿Que sucederá entonces? Que cuando se crean que han encontrado a su príncipe azul y este, su héroe, que le ha rescatado de las garras de la desesperación, del miedo a estar sola (el dragón) lo encuentren, éste se impondrá a ella, debido a su estatus como hombre en la sociedad, y ella solo podrá ser su sierva, y aguantar todo lo que le diga, debido a su papel pasivo en las relaciones de pareja.
¿Pero que sucede con la figura del hombre? ¿Quién es el príncipe en realidad? Volvamos al ejemplo del juego, como elemento socializador. Volvamos de esta manera a ver como, en el caso de la publicidad de juguetes o las series de televisión, dirigidas a niños, tratan en este caso de juegos basados en la violencia, o en la acción. De esta manera el elemento principal, del 90% de los juegos de los niños, o las series que ven, es la violencia. Entonces si el tema central del juego (uno de los elementos socializantes mas importantes de los niños, en la etapa de socialización primaria, es decir, una etapa determinante en la formación de las personas), es la violencia, y la competición de quien es mejor (quien se antepone a quien), esto determinará de forma indudable a la formación del sujeto adulto.
Entonces, ¿Podemos decir que el origen principal y único del problema de la violencia de género, es el rol desigual de la mujer frente al hombre? ¿O por otro lado, se trata de la suma, del primer problema junto al rol de hombre violento que reproduce la sociedad?
• El segundo motivo clave, que da origen a la violencia de género, creo que se trata de la violencia que envuelve nuestra realidad social, y que se encuentra en todas las esquinas de nuestra sociedad como una niebla difícil de descubrir. Se trata de lo que Miguel Llorente se refiere en el siguiente fragmento, y que no le da demasiada importancia:
“Una agresión entre dos mujeres no puede ser violencia de género. En un matrimonio formado por dos mujeres puede haber una relación de poder, como en tantos ámbitos de la vida, pero no se trata de una situación de desigualdad histórica que genera violencia y que tanto los hombres como las mujeres acaban considerando normales”.
Se trata entonces de las relaciones de poder que existen en nuestra sociedad. Creo por tanto, que otro motivo que puede ser el origen de esta violencia, es una situación de relación de poder. Por ejemplo, podría deberse a que el hombre, fuera hijo único, siempre le dieran la razón, fuera un mimado, y por lo tanto se haya acostumbrado a que le den la razón, y que sino se la dan, se impone a través de la violencia, y que como está acostumbrado a relacionarse así con las personas, lo haga de la misma manera con su mujer. De esta manera, el mismo motivo que hace que se establezca una relación de poder con violencia, en una relación homosexual, se de también en una heterosexual, sea en contra de la mujer o viceversa. Yo estoy convencido de que sí. Ni siquiera dudo en decir que sea así.
Nos encontramos entonces en una sociedad violenta, una sociedad que impone, una sociedad que no es dialogante. Nos demuestran los gobiernos, la televisión, las películas, los padres, que para conseguir lo que uno quiere se ha de utilizar la violencia, psicológica, física o sea cual sea. Una sociedad, que como hemos dicho, impone, no dialoga. Los profesores imponen, y sino les hacen caso los alumnos les castigan, de una manera violenta, no física pero si psicológica o simbólica, debido a que el castigo no deja de ser violencia. Nos socializamos de esta manera desde la violencia, y desde las relaciones de poder, en vez de hacerlo desde el diálogo, y la igualdad. Por lo tanto esta violencia, no podemos negar que llega a las relaciones de pareja. De esta manera nos encontramos a mujeres que maltratan psicológicamente a sus maridos y viceversa, o también físicamente, o casos en que suceden las dos cosas de unos a otros. Las parejas se insultan se chillan, eso es violencia señoras y señores, y además se vive desde una naturalidad absoluta, como todos se chillan, es normal. (aunque ahora existe una ley en la cual esta prohibido chillar cuando se discute. Solo me puedo reír. Prohíbe y multan si lo haces, obviamente. ¿Qué se va a cambiar desde esta óptica. Si nos dicen que el problema es el origen y lo abandonan).
Entonces, ¿Cuando podemos decir que una situación de violencia en una relación amorosa, sea a nivel psicológico, como físico, se trata de violencia de género, o sea por una relación de dominación, o de poder de uno sobre otro?
Este planteamiento es absurdo. Si existe una ley que penalice el maltrato en las relaciones amorosas, esta ley no puede favorecer a unos, y discriminar a otros, además, siendo esta discriminación su arma para luchar contra la desigualdad. Nos encontramos delante de una contradicción absoluta. Si se quiere socializar desde la igualdad, no podemos mostrar una práctica discriminatoria, como podremos entonces pedir justicia, si desde la Poder judicial, se están dictaminando sentencias injustas, debido a que no se tratan a las personas de manera igual enfrente de la ley.
No se puede, en una sociedad tan compleja, hacer una ley tan simple, y discriminatoria. Una ley que solo tiene en cuenta a la hora de analizar un caso de violencia en una relación de amor, que si el caso es de un hombre a una mujer será por machismo, y si la violencia la ejerce la mujer, o la ejerce un hombre a un hombre, se trata de una relación de poder, y por lo tanto no se puede hacer nada ya que es algo natural (según Miguel). Los motivos pueden ser múltiples, y caer en la generalización para acabar con el machismo, es caer en la contradicción y en la equivocación, es no entender nada de la socialización, es no entender nada de las relaciones sociales, es no entender nada de un mundo tan complejo como el nuestro.
…
De esta manera, se evidencia la contradicción, cuando estas personas que defienden que el problema esta en el origen, no hacen ni caso del origen, sea cual sea este, y como siempre en vez de intentar cambiar la imagen que damos como sociedad en espacios como la publicidad las escuelas, que en definitiva es donde el Estado puede influir, deciden, como siempre, acudir al viejo método de Vigilar y castigar, y aplicar además una discriminación positiva hacia un sexo, para ¿conseguir la igualdad? ¿Eso es igualdad? ¿Esas son las leyes que he de respetar? Unas leyes que no hacen ni caso al origen del problema, y atacan directamente a unas personas ya socializadas, productos de una cultura que reproduce constantemente el problema. ¿Tengo que respetar una ley discriminatoria? ¿Como puede una ley que se basa en la discriminación, defender la igualdad?
Además, todas aquellas prevenciones, como les denominan, que intentan llegar a los jóvenes, se trata de simples eslóganes, de simple información, que no afectará en absoluto a las subjetividades de los jóvenes. Todas estas asignaturas chapuceras y absurdas que quieren crear, que evidencian la ignorancia de nuestros políticos, que tratan de explicar a través de unos eslóganes teóricos, no tienen ninguna influencia en la socialización de todos aquellos a quienes les llegan estas asignaturas. De esta manera intentan a través de una hora semanal durante un curso, resocializar a través de la teoría y no del ejemplo ni la práctica, intentan resocializar unos sujetos que llevan en si una mochila socializada en el machismo demasiado evidente como para cambiarla con una hora semanal, mientras que cuando llegan a su casa, ven a sua madre concianndo, y su padre viendo el televisor, o ven la televisión y el protagonista de su serie favorita actúa como un chulo, y un dominador delante de las chicas de la serie, siendo el chico el agente que actúa, y lucha por lo que quiere, y la chica la que se deja convencer, el agente pasivo.
Esas son sus medidas preventivas, que intentan resocializar, o concienciar a todos esos sujetos productos de una sociedad y cultura machista y que además se encuentran en una sociedad que no deja de reproducir los roles de género, clase, etc, constantemente, a través de la televisión, en casa en la escuela, y a través de todos aquellos actores socializadores que existen en nuestra sociedad.
Señoras y señores, no habrá igualdad si discriminamos. No habrá igualdad si castigamos. No habrá igualdad si intentamos “curar” en vez de prevenir. El problema, es el origen, el problema es la cultura, y no los productos de esta, por lo que si atacamos a estos, tan solo estaremos tapando los síntomas del verdadero problema. El problema son las bases. El problema además, de la violencia de género, no solo son los roles de género, sino la violencia en si que existe en nuestra sociedad, una violencia verbal, psicológica, física que constantemente intentan legitimar las estructuras de poder en todos los espacios de nuestra sociedad. y que ésta va reproduciendo en aquellos sujetos nuevos que deben aceptar padecerla o por el contrario deben llevarla a cabo, según sea su estatus en un espacio social determinado.
Andrés Pérez Conte